Thanksgiving (que se traduciría como "Dia de Dar las Gracias") es una de las fiestas más populares y "antiguas" de la cultura americana (hay varias teorias sobre el origen de esta celebración, una de ellas se refiere a como los indios nativos Wampanoag compartieron sus provisiones con los primeros colonos que llegaron a tierras americanas).
A mi me encanta esta celebración ya que, igual que Halloween, la encuentro muy "customizable", con ese toque entrañable (ya sea en la intimidad familiar o formando parte de la comunidad) a pesar de ser totalmente pagana :-)
Como ya viene siendo costumbre últimamente decidimos los preparativos el día antes. Eso si, un año más no nos atrevimos a cocinar el pavo en el horno!!! Sí, sí, ya sé que celebrar Thanksgiving sin un pavo en la mesa no parece lo mismo :-( Así que entre los adornos que hicimos en la tarta de manzana incluimos un par de pavos ;-)
El primer plato fue sencillo unas empanadas de crema de champiñones y puré de patata.
Para la pasta de las empanadas usamos una combinación de pasta casera (la misma que hicimos para la tarta) y una comprada en el súper. Debo decir que la casera quedó mucho más buena ... ¡Ni punto de comparación! :-)
Eso sí, la preparación de la pasta (incluidas las varias horas que tiene que mantenerse en la nevera antes de trabajarla) nos llevó gran parte del día. Una vez se saca de la nevera hay que amasarla hasta que adquiera el tamaño del molde. Importante la cantidad de agua que se le ha añadido a la masa para que sea más o menos elástica y moldeable. También importante es colocarse en un sitio bien seco, sino la masa se acabará enganchando en todas partes y uno acaba diciendo tacos que creía haber olvidado.
La receta original era para una tarta de manzana y arándano (cranberry) pero como de esto último no teníamos, la hicimos con pasas que siempre quedan deliciosas!
Sobre las manzanas, lo mejor es usar una combinación de manzanas verdes (Granny Smith, por ejemplo) y rojas (Pink Lady, por ejemplo) ya que mientras las primeras dan la consistencia necesaria, las segundas son más dulces debido a la concentración de azucar.
A partir de aqui hay varias alternativas, nosotros decidimos poner otra capa de pasta para tapar el relleno. Para el acabado y ornamentación usamos unos cortadores de pasta ambientados en la estación (incluía un pavo, una calabaza, una bellota y una hoja de Arcer) que había comprado en William Sonoma.
De esta manera esta manera pude aprovechar los restos de pasta y hacer un acabado bastante festivo y original.
Así quedó la tarta después de sacarla del horno. No hicimos caso del consejo de envolver los bordes son papel de aluminio, así que quedó algo más tostado de la cuenta por los extremos pero aún así tenía buena pinta. Y lo mejor de todo, ¡estaba deliciosa!
Algunas fotos más de la decoración de la mesa.
