Son las 12:00 de la noche y llevamos 13,5 horas de coche (con bastantes paradas) pero el viaje ha sido tan excitante que no podía esperar a poner el post mañana. De hecho, ¿quien sabe cuando volveremos a tener internet?
Nuestro destino final es el estado de Washington (que no tiene nada que ver con Washington DC) y para ello tenemos que cruzar la parte norte de California y todo Oregon. La autopista U101 cruza toda California y llega hasta Washington bordeando durante bastante trozo la costa, con varios segmentos escénicos, así que parecía la opción más apropiada.
Al llegar al bosque de Redwoods, la autopista 101 se divide en dos: el nuevo trazado, y el antiguo trazado de la autopista, que se denomina "Avenue of Giants" (avenida de los gigantes). Ambas vías siguen paralelas durante unas 20 millas. Si coges el trazado antiguo (como hicimos nosotros) la autopista se transforma en una carretera que cruza a través de varios bosques de Redwoods, justo al lado mismo de los árboles. Hubiera resultado completamente espectacular, de no haber estado andando 6 horas junto a Redwoods parecidos hace ya unos meses cerca de Santa Cruz. Si habéis leído el post donde explicábamos esta experiencia sabréis porque se le llama "Avenue of Giants" sino las fotos que se muestran más abajo os darán una pista (especialmente en las que se puede comparar con el tamaño del coche). Cerca del final del trazado antiguo tomamos la desviación para ir a la Lost Coast (costa perdida) que se aleja de la 101 y da un rodeo bastante largo. Esta desviación era todavía más estrecha que la antigua 101, y por consiguiente, el camino entre los Redwoods era todavía más espectacular. Este fue el sitio elegido para que Mac pudiera estirar un rato las patitas.
Por el camino había varias "atracciones de carretera", como el "drive-thru tree" (árbol agujereado por el que pasa el coche, todavía vivo) y varias "casas" hechas dentro de troncos (algunos de los cuales, todavía vivos). Es un poco gansada, pero puestos a hacer el guiri, decidimos hacer el guiri completo. También había una casa construida en el interior del tronco de un reedwood y algunas cosas más que muestro a continuación.
En principio, el anterior desvío nos tenía que llevar a la Lost Coast (costa perdida) de California, un trozo de costa por el que no pasa ninguna carretera principal cerca y que, por consiguiente, está en estado bastante natural. Sin embargo, para un ex-residente de la Costa Brava toda la costa del norte de California (y de Oregon, por lo que finalmente vimos) ya está en un estado bastante asilvestrado... no es necesario dar las vueltas que damos para ver un trozo de costa bastante virgen. Fueron una tres horas de subidas, bajadas, curvas y mas curvas, para poder ver (finalmente, y por primera vez en este viaje) el mar. Aunque hicimos alguna foto, y muchos paisajes que vimos fueron preciosos (especialmente el gradiente de colores de grises y azules que se formaba en la playa, como se aprecia en las fotos), tal vez no valió la pena dar un rodeo tan largo: hubiera sido preferible seguir por la 101 y visitar directamente Ferndale, donde acabamos comiendo.
Finalmente llegamos a Ferndale, la ciudad victoriana (victorian town), que como se puede adivinar es famoso por sus edificios de estilo victoriano. Entre todos sus edificios, vale la pena mencionar la Gingerbread Inn (situada en Berding Street).
Aprovechamos para comer en la Victorian Inn. Pedí unos Crab Cakes (pasteles de cangrejo) y debo decir que fueros los pastelitos de cangrejo más sabrosos que he probado desde que estoy aquí. Aunque se llaman pastelitos de cangrejo se parecen mas a filetes rusos solo que por dentro estan rellenos de .... mmmmm ... delicioso cangrejo. La foto siguiente no corresponde a los Crab Cakes del Victorian Inn (teníamos tanta hambre que no caímos en hacer ninguna foto) pero os dará una idea de la "pinta" que tienen.
Cerca de Ferndale se encuentra Eureka. A parte de tener un curioso nombre ("Eureka" en griego quiere decir "lo encontré!", frase famosa por haber sido dicha por Arquímedes) debido a haberse encontrado oro antiguamente, la ciudad tiene varias casas victorianas famosas: la Carson Inn, la Pink House Inn y la William Carson Mansion cerca del embarcadero.
Al final, no pudimos ver (todavía) la primera puesta de sol en el mar desde que estamos en California. Como ya nos había ocurrido alguna otra vez, las nubes que había en el mar nos impedieron apreciar
completamente la puesta. Al menos pudimos tomar unas fotografías desde un mirador.
Como ya es costumbre, mencionaré los "animalitos" que se cruzaron por nuestro camino. Ninguna babosa esta vez. Pudimos ver varios animales: vacas, caballos, patos, ... y ALCES!!!
Sí, has leído bien. Pudimos ver dos grupos de alces: el primero, reposando plácidamente en las praderas y formado por varios ejemplares machos, hembras y un pequeño bambi (¿podéis encontrarlo entre las fotos? --> pista: tercera foto) el segundo, algo más activo comía en la llanura y estaba formado tan solo por machos jóvenes. Pudimos acercanos hasta pocos metros y aunque había todo de carteles diciendo que eran animales salvajes y que había que mantener la distancia, ellos no parecían prestarnos demasiada atención. Los encuentros no fueron tan fortuitos pues resulta que hay varios lugares que se conoce que frecuentan y aparecen indicados en los mapas: el Elk prairie y el Elk meadows ("Elk" significa "alce" en inglés), dentro del Redwood National Park. ¡Impresionante! o como dicen por aquí ¡Awesome!
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