De modo que esta tarde decidí soltar un lote de mariquitas por nuestros pequeños rosales (parade roses), que últimamente estan bastante alicaídos (o diría petalicaidos ... bad joke!). Sinceramente creo que el problema de los rosales es la insoportable calor que están pasando (debería haberlos plantado a la sombra del naranjo pero este lugar ya estaba algo saturado) y no creo que el experimento de resultado para las rosas ni para las mariquitas, que no encontrarán nada suculento que las retenga. Aún así me pareció buena idea. Eric últimamente está algo obsesionado con las mariquitas; ya que aparecen en todo tipo de dibujos e historias infantiles y sin embargo, pocas veces ha tenido la ocasión de ver alguna. Esta tarde ha podido tenerlas por las manos y por los calcetines :) Su carita ha valido la pena! Por otro lado, al verlas caminar incansables y sin objetivo por el interior de un envase de plástico en la jardineria sentí el impulso de liberar a algunas de ellas (algunas de ellas mueren a la espera de que alguien las libere).
El caso es que la recomendación de uso es muy curiosa. Ponerlas en la nevera un rato antes para que la baja temperatura les baje la actividad (no quieres que se te vayan todas volando a la primera de cambio), soltarlas al final del dia después de regar cuando el suelo aún está humedo. En principio las mariquitas no vuelas de noche, así que buscaran un lugar con comida cercano donde pasar la noche. Si tu jardín es apropiado se quedarán y pondrán sus huevos en él y todos felices. Tu jardín sin plagas y ellas con comida. Eso y el bonus de tener mariquitas en el jardín, claro, jajaja
No comments:
Post a Comment