En el pequeño jardín que tenemos en la parte trasera de la casa recibimos a menudo la visita de ardillas, cuervos y hasta en ocasiones colibríes (
Anna's hummingbird) pero nunca antes habíamos visto una rapaz en la valla de nuestro patio.
Ha sido una visita bastante fugaz pero tengo la esperanza de que este espectacular pajarito tenga el nido cerca o haya decidido que nuestro vecindario es tan buen lugar de caza como cualquier otro (lo lamentaría, eso si, por las simpáticas ardillas!). Solo hemos tenido tiempo de hacer un par de fotos (desafortunadamente teníamos la bateria de la cámara cargándose en el enchufe y la cámara en modo "retrato de niños" ;-) así que hemos tardado algo más de la cuenta en montar todos los artilugios. Pero ha valido la pena el intento!
Respecto a los colibríes, hace unos meses decidí comprar un
hummingbird feeder (o un comedero para colibríes) para colocarlo en el patio de casa como "herramienta de persuasión" para atraer a estos animalitos. Por algún motivo, sin embargo, los pajaritos se empeñaban en preferir el patio del bonachón de mi vecino, donde además acudían los cuervos, las palomas y los
Blue Jays. ¡Vamos que parece el patio de la mismísima Blancanieves! ¡Algo frustrante!
Finalmente, los colibríes han empezado a venir a la ventana con relativa frecuencia :-) Aún así todavía no hemos conseguido hacerles ninguna foto
in situ, ya que cuando llegamos con la cámara a la ventana ya se han marchado (estos pajaritos son terriblemente rápidos e inquietos). Omer propone hacer un montaje con el ordenador y una cámara para hacer fotos de manera automática pero yo le he dicho que eso le quita parte de la diversión! En cierta manera las personas apasionadas a la fotografía acaban teniendo algo del espíritu de un cazador; e incluso competitivo, aunque la competición sea contigo mismo para superar tu mejor fotografía -- ¡tampoco hay que ser muy ambicioso! :-)
Estas son algunas fotos recientes de un colibrí que vimos durante uno de nuestros paseos (no la mejor fotografía del mundo, por cierto!)
Las ardillas es otro de los animales que rondan por el jardín a todas horas. Es imposible no verlas, ya que corretean por las vayas, por el césped ... hasta por los cables de electricidad; pero igual de imposible es acercarse a más de 5 metros - ya que son animalitos extremadamente prudentes y rápidos.
Como estas navidades habíamos comprado frutos secos variados todos con cáscara que nunca encontramos el tiempo ni la paciencia para comer (que en su momento nos pareció muy buena idea pero que poco después descubrimos que comer pipas peladas es mucho más apetecible), decidimos tirar unas cuantas por el jardín. Al cabo de poco tiempo, esto se ha convertido en una de las actividades cotidianas, dejar unos pocos frutos secos cerca del ventanal de nuestra habitación. El motivo: una de las ardillas se ha convertido en una visitante asidua y parece que poco a poco va perdiendo la vergüenza.
No aspiramos a domesticarla solo mejorar las relaciones con nuestros vecinos (del árbol de en frente)!
A parte de eso los dias transcurren con más o menos tranquilidad, ya que de momento no podemos hacer ni
hikings, ni viajes, ni
getaways ... Todo llegará.
