Saturday, March 26, 2011

The Boiling Crab

El folleto dice "You sucked what where?!", que traducido es "Dices que chupaste qué dónde?". Se trata, por supuesto, de un restaurante de cangrejo (y otros bichos marineros).



"The Boliling Crab" (el crangrejo hirviendo) era el restaurante que tenía más clientela en el área comercial de San José donde estábamos un jueves por la noche. De modo que decidimos probarlo. También parecía el sitio más elegante (o, al menos, más bonito) pero luego comprobamos que era todo lo contrario a elegante.



Una ojeada al menú: los mariscos se pagan al peso, y el precio varía según la época del año ("market price", que dicen). Las distintas posibilidades, que también varían según la temporada: blue crab (cangrejo azul), dungeness crab (el cangrejo típico de la zona, más grandote), patas de king crab (cangrejo rey) o snow crab (cangrejo de nieve), lobster (langosta!) y crawfish (un tipo de cangrejo de río, pero grandote, más parecido a la langosta que al cangrejo). Luego hay los acompañamientos típicos americanos (patatas fritas, salsas, maíz, arroz, variedad de cosas fritas).

La comida estuvo bastante bien: creo que ni Eva ni yo habíamos comido nunca tanto cangrejo junto. Esencialmente, los bichos llegaban hervidos, con una salsa más o menos picante (al gusto). Lo que era curioso era el concepto de cómo se comía. Se comía "encima de la mesa", entendiendo por esto que sobraban los platos y los cubiertos (excepto la herramienta para romper el cangrejo). La comida se sirve dentro de bolsas de plástico, que se vacían encima de la mesa, y ala, a disfrutar! (si te gusta el marisco, claro).



Si alguien cree que comer calçots es un "poco barbaro", al ver como la gente se mancha los baberos, seguramente no está preparado para ver lo que ocurre en el Boiling Crab. Unas cuantas fotos despejarán las posibles dudas.





Como la cámara la tenía Eva, yo soy el único que sale en las fotos, porque ella no se dejó fotografiar mientras se comía un Dungeness Crab más grande que una langosta (menuda lucha: ganó ella, pero le costó lo suyo). La verdad es que valió la pena. Si nunca tenemos alguna cosa que celebrar y nos apetece algo de marisco, esta será una buena opción.

No comments:

Post a Comment