Tuesday, August 23, 2011

Hearst Castle & Piedras Blancas, San Simeon & Morro Bay, CA

Ya he empezado explicando el viaje al revés, seguiré por el segundo día de viaje (los posts anteriores eran el tercero y cuarto, respectivamente). Bajamos de Mountain View a LA (Los Angeles) siguiendo la Hwy 1, que bordea la costa de California. La costa de la zona de Monterey (empezando en Santa Cruz y acabando, quizá, en Morro Bay) es preciosa y poco tiene que envidiar a las costas de Oregon (quizá si algo).

Empezamos el dia con una visita al Hearst Castle. El magnate de los periódicos William Randolph Hearst decidió construirse un "rancho" en "La Cuesta Encantada" (era el nombre que le daba a la colina). Está situado en San Simeon, cerca de San Luis Obispo (costa central de California). A diferencia del Sr. Getty, de quien hablamos recientemente, este millonario no parecía del todo mala persona. Hijo de una profesora de escuela y de un senador de Estados Unidos (aunque adquirió este cargo bastante tarde y fue hasta entonces hombre de negocios). De su madre heredó el amor por el arte (que más tarde coleccionó en el castillo) y su familia influyó en varios proyectos educativos. Generosamente compartía el rancho-castillo con sus invitados, a los que también daba acceso a su colección de libros clasicos (que también formaba parte de su colección de arte).
Estuvo casado dos veces con dos actrices (se puede pensar que también incluía el Septimo Arte en sus objetos de colección) y se codeó con la gente del cine. Quizá debido a esto y a su éxito personal, la famosa película de Orson Welles, "Citizen Kane" está basada en partes de su vida.


Varias fotos de la fachada y de las habitaciones (incluyendo una fascinante librería y su estudio personal):
En una de las habitaciones había una copia del original de la escultura original de "Apollo & Daphne" del escultor barroco Gian Lorenzo Bernini. El original se encuentra en la Galleria Borghese (Roma). Se pueden ver imagenes de la obra original en mi otro blog (http://wouldnt-itbe-lovely.blogspot.com/2011/07/two-wishes-galleria-borghese-canova.html). Gian Lorenzo Bernini, junto con Antonio Canova, es uno de mis escultores favoritos.

Otra curiosidad era el techo de su habitación personal: estaba sacado de una iglesia española.
Los jardines era otro punto de atracción y podías pasear libremente el rato que quisieras. Había dos piscinas, la descubierta que recordaba a unas termas romanas y la cubierta que tenía mosaicos en el suelo y también estaba inspirada en el estilo clásico.

En la piscina cubierta, que recordaba a un Pantenón griego había una escultura representando el nacimiento de Venus cuando es llevada a tierra firme sobre una concha (dos últimas fotos). Ya lo he explicado alguna vez pero según la mitología clásica (al menos una de las versiones y la más representada artísticamente), explica que Venus (o Afrodita) nació de los genitales del dios Urano, cortados por su hijo Crono y luego arrojados al mar. De este modo, Venus surge de las aguas y es conducida a las costas de Creta con la ayuda de Céfiro (dios del viento del oeste), erguida sobre una concha de mar y acompañada de ángeles y tritones a sus pies.
 
En las piscinas cubiertas sólo fui capaz de reconocer, entre todas las esculturas, la famosa Diana del Palacio de Versailles. Es decir, una copia de esta escultura (última foto).
Los jardines también estaban repletos de copias de esculturas famosas: "Las Tres Gracias" de Antonio Canova (cuyo original pudimos ver en el Hermitage http://wouldnt-itbe-lovely.blogspot.com/2011/07/hermitage-museum-saint-petersburg.html), la famosa versión de Donatello del David, cuyo original se encuentra en Palazzo del Popolo (en nuestro viaje a Italia no fuimos a este fantástico museo, preferimos ir a ver la versión del David de Michelangelo en la Accademia di Belle Arti), el Discobolo, cuyo original creo que está en el Museo Británico o
"El Niño de la Espina" (Spinario), etc
 
Ganimedes (foto inferior), hermoso príncipe troyano, que mientras estaba exiliado cuidando rebaños (como parte de la educación a la que muchos héroes se sometían), Zeus se enamoró de él (supongo que quería variar después de tantas amantes mujeres) y lo secuestró transformándose en águila. Le dotó de la inmortalidad y a parte de su amante, se transformó en el copero de los dioses. Con este mito se quería justificar las inclinaciones homosexuales.
 La última foto supusimos que representaba a Eva y Adán, al ser expulsados del Paraiso.
Algunos detalles más de los alrededores del castillo.
Tras salir del Hearst Castle, retrocedimos a penas 10 minutos para ir a ver Piedras Blancas, es conocido por ser una playa con preciosas vistas donde a los Elefantes Marinos (Elephant Seals) les gusta frecuentar (quizá es la zona de California, después de la reserva de Año Nuevo que ya comentamos en un post y a la que sin duda volveremos) donde es más fácil poderlos ver. En esta época del año no había demasiado y no estaban demasiado activos, pero si estaban muy cerca y pude captar una preciosa instantánea de dos machos amenazándose mutuamente (quinta, sexta y séptima foto). En la última foto unos machos jóvenes practican a modo de juego la táctica de lucha (al fondo, mejor ampliar la foto). Las piedras blancas, que dan nombre al lugar, pueden verse al fondo.
Tuvimos unos simpáticos animalitos que buscaban algo de comida.

A parte de Pebble Beach y Carmel-by-the-Sea (de la que ya hablaremos en el primer dia de viaje), quizá uno de los pueblos costeros más turísticos sea Cambria: por sus casas construidas con un exquisito estilo victoriano combinando colores y por estar delante de la playa llamada Moonstone Beach.
Finalmente llegamos a Morro Bay. Lástima que habíamos comido de camino porque estaba repleta de restaurantes con un aire marinero que invitaban a entrar en busca de cangrejo. El estilo marinero del pueblo era embriagador y la vida salvaje marina iba desde pelícanos y gaviotas hasta leones marinos y focas (en ocasiones también elefantes marinos pero debe de ser en época de apareamiento o cambio de pelo donde hay más población el la costa de California). 
 La parte más emocionante: pudimos ser testigos de las peleas que tenían los animalitos mientras un barco pesquero limpiaba su caza para coger las sobras. Hasta dos focas intentaban competir contra los pelícanos que engullían a base de bien. ¡Espectacular!
 Para acabar el día, fuimos hasta Morro Rock. Originariamente esta roca, situada cerca del puerto era un volcán, el crater fue erosionado y lo que queda es solo la formación del cuello de lava endurecida. Nos sentamos en las rocas: pudimos ver las gaviotas con sus crías (las fotos no salieron bien por un problema que tuvimos con la cámara que no viene al caso), una especie de ardillas y por supuesto, nutrias marinas (sea otters) a lo lejos. Como esta vez no íbamos en kayak (eso fue el primer día) y no teníamos la lente para hacer zoom (eso fue el segundo problema con la cámara), no se ven demasiado grandes. Si embargo, siempre hace ilusión encontrarte con estos animalitos que no son nada fáciles de ver.
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