Saturday, July 30, 2011

Asian Art Museum, San Francisco

Hoy hemos ido a ver el Museo de Arte Asiático en San Francisco que contiene una gran colección de obras de arte de India, Java, Indonesia, China y Japón. Práctica todo era escultura de piedra con influencia hinduista y budista: imágenes de los dioses Ganesha, Shiva, Parvati, Vajra Tara, Vishnu, Bhairava, Simhavaktra Dakini y, por supuesto, del guía espiritual Buddha y Maitreya. Hasta el momento quizá conocía a unos pocos de estos dioses por encima, pero al ver la complejidad de formas y posturas que ofrecían las esculturas he empezado a tener curiosidad.


La primera divinidad que encontramos en el museo es Ganesha, quizá uno de los dioses más populares dentro y fuera de la religión hindú y el más fácil de identificar por su cabeza de elefante. Es la divinidad del intelecto y la sabiduría, patrón de las artes y ciencias. Se le considera Removedor de Obstáculos, y más generalmente como Señor de los Comienzos y de los Obstáculos.
Hay varias teoría sobre el nacimiento de Ganesha, una de ellas explica que Parvati, esposa de Shiva, fue infiel a su esposo con el guardia de su puerta y al nacer Ganesha, Shiva se negó a admitirlo y cortó la cabeza del recién nacido. Parvati, a consecuencia de ese acto, quedó sumamente afligida. Entonces Shiva, no pudiendo soportar la tristeza de Parvati, prometió sustituir la cabeza del recién nacido con la del primer bebe que no estuviera a los regazos de su madre. El único ser vivo que cumplía los requisitos fue el elefante, ya que éste deja a sus crías solas.
Maitreya, según el budismo, és un poderoso espíritu que cuendo el tiempo sea el correcto vendrá a la Tierra en forma humana para ser el próximo Buda. Según la literatura sagrada budista, el bodhisattva Maitreya nacerá en la tierra para lograr la completa iluminación de un Buda y enseñar el dharma (religión, ley niversal de la naturaleza). La siguiente imágen tiene origen en Pakistán.
Según el hinduismo, Shiva es uno de los miembros de la Tri-murti (‘tres formas’), la tríada conformada por Brahmā (dios creador), Vishnú (dios preservador) y Shivá (dios destructor).
Cuando el demonio Mahishá usurpó los planetas celestiales a las demás divinidades, estos pidieron la ayuda a los tres dioses Brahmá, Vishnú y Shivá, quienes unificaron sus energías materiales y crearon a Pavarti, para matar al demonio. Los dioses le dieron las ropas y le dieron como vehículo un león. Ella sola peleó contra Mahishásura y su enorme ejército. Durante la batalla, de su frente surgió su aspecto más fiero, terrorífico y enloquecido. Derrotó al ejército, mató a Mahishá y restauró la paz y el orden en el mundo. Por lo que, es una diosa de dos aspectos: por un lado se la considera la protectora del mundo y por otro, representa la justicia violenta. Es la esposa de Shiva, madre de Ganesha y Skandá (dios de la guerra con seis cabezas), este último hijo legítimo de Shiva. Shiva por su lado, como dios destructor, a veces se le identifica con el tiempo: se le acostumbra a representar con tres ojos, uno de los cuales está en medio de su frente (denotando su capacidad de ver las tres divisiones del tiempo: pasado, presente y futuro), su piel es de color azul grisáceo (como cubierta de cenizas).
 A la izquierda se ve una representación de Pavarti, con su hijo Skanda en brazos y Ganesha a sus pies (también se representa al león, debajo de su trono, al que ella conduce) y a la derecha, Shiva.
 Vishnu es el dios principal de la trimurti; es decir, él es el creador, preservador y el destructor del universo. Al crear el universo se dividió a sí mismo en tres partes: su parte creadora dio lugar al dios Brahmá, para destruir a Shivá y para proteger a él mismo Visnú. En el hinduismo, se cree que el río Ganges surge de sus divinos pies y fluye hacia la Tierra. A continuación se muestran dos representaciones de Vishnu.
 Vajra Tara es otra divinidad hindú que se asocia a la protección mágica. También es una divinidad de la meditación que ayuda a sus seguidores a desarrollar cualidades internas y externas y enseña la compasión y empatía. A continuación una representación de la deidad.
De Buddha, que no necesita presentación, habían numerosas esculturas tanto de la India como de China. Ya que, aunque el budismo es originario de la India, se extendio por el sud-este asiático y China. Aquí algunas de las representaciones de Buddha (Buda), las dos primeras de la India y las dos siguientes de China.
La deidad budista Simhavaktra Dakini, a pesar de su fiero aspecto, es una divinidad femenina (por cierto) de la iluminación. Elimina los obstáculos del camino de aquellos que persiguen la iluminación y provee la inspiración y el conocimiento. Aquí se la ve danzando con el fuego de la sabiduría.
En la sección de Java se incluían las siguientes marionetas (¿no son como las que siempre hemos querido tener de pequeños ... para asustar a la abuela?)
 Algunas otras esculturas de China que se encontraban en el museo, un estilo muy distinto al de la India, especialmente en el uso de colores. Los cuatro primeros representan guardianes
Otra curiosidad que se explicaba en el museo era la simbología escondida en el arte chino: ciertos elementos simbolizaban buena salud, longevidad o riqueza. Por ejemplo, el murciélago llevando una swastika (la swastika es un símbolo de origen hindú asociado con Vishnu que se introdujo en China a través del budismo, aunque actualmente todo el mundo la asocie con el nacismo alemán) significa diez mil bendiciones ya que, en chino, "murciélago" se pronuncia igual que "bendición" y "swastika" se pronuncia igual que "diez mil". Los limones "manos de Buda" (Buddha's hand citron), que son unos limones con forma de mano (que por cierto hemos provado recientemente y no tienen mucho zumo, casi todo es piel) significa "bendición y longevidad". Por último, una "varita concededora de deseos" se interpreta en "como tú quieras". A continuación tres figuras representando respectivamente cada uno de los objetos simbólicos.
De la cultura japonesa no se incluían demasiadas cosas y, además, tenía la cámara al límite de batería por lo que incluyo pocas fotos. La primera de ellas no es una escultura sino una antigua armadura.
Para acabar había muy poca cosa de pintura y era del siglo XX. Del pintor filipino Fernando Amorsolo se incluía "Granjeros trabajando y descansando" (Farmers working and resting) y del coreano Choe Gwangik "Retrato de un caballero" (Portrait of a gentleman).

En la tienda del museo vendían postales de varios pintores japoneses como: Yamagushi Soken, Yoshitoshi, Shiokawa Bunrin, Oda Kaisen, etc
 Como el museo está situado en frente del City Hall de San Francisco, aprovechamos para hacer unas fotos al edificio que es bastante espectacular:

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