Ya he comentado alguna vez la experiencia tan extraordinaria que resulta para un
toddler el poder subir en un tren de vapor de verdad por encima de visitar un museo lleno de artificios sin movimiento ni sentido alguno. Si además le añadimos lo beneficioso y divertido que creo que aporta el entorno de una granja donde los niños pueden interactuar directamente con los animales y la increíble pasión que Eric tiene desde hace meses por los trenes (por encima de cualquier vehículo grande), entenderéis que la feria histórica de trenes (Historic Rail Fair) que se hacia este fin de semana (Labor Day weekend) en la granja de Fremont (Ardenwood Historic Farm) era una parada obligatoria (it was a must-go!!).
Los
highlight de la feria eran los siguientes:
Viajes alrededor de los campos de cultivo en trenes de vapor (Steam-train rides). Las estrellas del show eran dos máquinas a vapor restauradas y de propiedad privada (ambas
Tank Porter steam engines) que fueron contruidas en 1889 y 1890 para ser precisos. Ambas iban a carbón y el olor era intenso (incluso si ibas en el primer vagón podía saltarte gotas de agua y grasa como residuo de la combustión :)
Trenecitos, o más bien plataformas con ruedas (
Pump cars or handcars), que funcionaban manualmente a base de bombear una palanca. Para ser más preciso era un movimiento de sube y baja (
seesawing) en el que se necesitaban dos personas para desplazarse de manera óptima sobre los railes. También podían montar niños y adultos pero las colas eran algo largas y decidimos que habían otras cosas más adecuadas para Eric.
Trenes de modelaje (Model trains). Algunos de los modelos eran sorprendentemente grandes y logrados en escenarios perfeccionados al detalle. Habia varios en funcionamiento (algunos hasta sacaban vapor) que están pensados para correr en el backyard o jardín trasero de las casas si eres un aficionado al modelaje dispuesto a gastarte unos cuartos. La organización estrella era Diablo Pacific Short Line pero habían algunas más. Otros trenes de modelaje algo más pequeños permitian a los niños tocar los controles para hacer avanzar, ir hacia atrás o parar un pequeño tren por un rail en miniatura. Imaginaos la sonrisa de Eric! Aunque no acababa de entender que control hacía cada cosa ni cual de los dos trenes era el que el controlaba podía sospechar que el tenía el poder :)
Arrancarlo de este lugar fue tal vez la parte más dolorosa ya que era la novedad (trenes ha visto unos cuantos).
Hobo game. No pudimos participar por la complejidad del juego (bajo el punto de vista de un toddler de 20 meses) pero encontré la idea la mar de simpática y divertida. Hace más de 100 años, los hobos eran trabajadores itinerarios que saltaban a los trenes en busca de su siguiente trabajo. Una de las particularidades es que dejaban símbolos, marcas o escritos hechos con tiza o carbón tras ellos para dejar anotaciones a otros hobos que vinieran detrás como "cuidado con la policía de la estación que es hostil" o "comida gratis servida después del sermón".
Ambientada en esta época, el hobo game no es más que una especie de ginkama ambientada en trenes. Se entrega un mapa a los niños a la entrada que tienen que conseguir encontrar todos los signos repartidos por la granja para recibir un helado.
Musica. Varias cajas de música antiguas (music boxes) están repartidas por toda la granja dando ambiente del siglo pasado con las viejas melodias. Eric y yo pudimos accionar una de ellas dandole a la manivela.
Una vez más no pude fotografiar correctamente la Victorian Patterson House ya que no llevaba la lente correcta. Sin embargo, hice algunas fotografias de detalles con la lente buena y algunas generales con el teléfono. Espero fotografiarla entera con buena resolución en la siguiente visita :)
Con tantas cosas por hacer no pudimos visitar a los animales de la granja pero si tuvimos algunos encuentros fortuitos con algunos pavos reales (
peacock) que paseaban alegremente por los jardines de la mansión.
No comments:
Post a Comment